Comienza en Holanda el primer juicio europeo contra piratas somalíes
Los cinco detenidos, acusados de intentar asaltar en 2009 el buque 'Samanyulo' en el Golfo de Adén, se declaran "pescadores de tiburones víctimas de un ataque armado"
El primer juicio europeo contra piratas somalíes ha dado comienzo hoy en Rotterdam con una sorpresa. Los cinco acusados, de entre 25 y 45 años, se han presentado como pescadores de tiburones que sufrieron una avería en el motor de su lancha motora en el Golfo de Adén. Según su testimonio, al pedir ayuda al buque Samanyulo, con bandera de las Antillas holandesas, fueron atacados con armas de fuego.
"Íbamos a pescar tiburones. Levantamos nuestras manos y los del carguero nos atacaron", ha declarado Farah Ahmed Yusuf, uno de los detenidos. "Aquí la víctima soy yo. Destruyeron mi bote y me amenazaron", ha añadido Abdirisaq Abdulahi Hirsi, otro de los reos. Sayid Ali Garaar, un tercer acusado, ha llegado a pedirle a los jueces que no permitieran retrasos en el proceso. "¿Quién tendrá la culpa si nuestros hijos pasan hambre?", ha preguntado, para añadir: "No sé quién vive o quién ha podido morir. Ustedes duermen en sus casas, pero yo no tengo familia ni país. No tengo nada", ha concluido.
La versión de la fiscalía es bien distinta, pero la falta de Gobierno estable en Somalia, considerado un Estado fallido, es el escenario ineludible de fondo de estos actos de piratería. Para la acusación, de todos modos, lo que ocurrió frente a las costas de Somalia fue un caso claro de abordaje frustrado. El grupo tenía armas de guerra, se lanzó sin éxito contra el Samanyulo, y tuvo que ser rescatado por la marina danesa, de patrulla por la zona. Los testimonios reunidos por los fiscales confirman "haberles visto perseguir al 'Samanyulo' portando lanza cohetes y rifles automáticos". La declaración del primer maquinista del carguero añade que "uno disparó y otro lanzó un cohete que falló su objetivo; temí por mi vida".
Los cinco fueron entregados a la justicia holandesa el pasado año. Llegaron desde una base militar en Bahrein y han permanecido en prisión preventiva desde entonces. Con una duración prevista de cinco días, el proceso recién abierto ha venido precedido de agrios debates parlamentarios en Holanda. No sólo es el primero de su clase en Europa. Para poder abrirlo ha hecho falta acudir a códigos penales antiguos que no se habían usado antes en los tribunales nacionales.
La presencia de los cinco piratas también ha soliviantado al Parlamento holandés. No quería verse inmerso en un proceso judicial "que tuviera, de rebote, un efecto llamada". La defensa de los acusados ha confirmado que al menos uno de sus clientes piensa pedir asilo político después del juicio. El pleno del Parlamento ha pedido al Ejecutivo garantías para que ello no ocurra. También ha mostrado su apoyo a la creación de un tribunal especial contra la piratería, con Kenia como sede.
El año pasado, al menos 217 abordajes piratas (de un total de 409 en todo el mundo) ocurrieron en las costas de Somalia. Como obtener pruebas, y declaraciones, es muy difícil, la mayoría de los bucaneros son desarmados y puestos en libertad. El pasado martes, sin embargo, un tribunal de Yemen condenó a muerte a seis piratas somalíes. Otros diez fueron encarcelados por haber secuestrado un petrolero yemení y asesinado a dos tripulantes en abril de 2009.
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